El Síndrome de Down es una alteración genética que se produce por la presencia de un cromosoma extra o parte de él. Las personas que sufren de dicha enfermedad muestran algunas características comunes pero tenemos que ser conscientes de que cada individuo es singular, con una apariencia, personalidad y habilidades únicas.
Existen medios para ayudar a estas personas a que superen sus limitaciones ya que el desarrollo del cerebro humano no depende únicamente de los genes, sino del ambiente en que se desenvuelve y de la actividad que realiza. La estimulación desde su nacimiento así como el control y seguimiento de su salud le proporcionarán una buena calidad de vida. La actitud y entrega de los padres, familias, maestros y terapeutas, marca el desarrollo de todos los niños y marcará muy especialmente el desarrollo del niño con síndrome de Down y por tanto su integración como adulto en la sociedad.
Los programas de atención temprana pretenden proporcionar los medios y recursos necesarios para que logren un desarrollo adecuado, fomentando al mismo tiempo la integración familiar y social y buscando que alcancen el grado máximo de autonomía e independencia. La labor del profesional es dotar de estrategias a esos padres para que interaccionen de forma adecuada.
La atención temprana exige una actitud activa por parte de los padres y profesionales que rodean al niño con síndrome de Down. Es necesario concienciarse de que el niño con síndrome de Down es ante todo un niño.
Lo importante para estos niños es el presente. En las sesiones se preparan programas de atención individual a cada niño y se abarcan todas las áreas de desarrollo. La atención temprana no pretende que el niño adquiera conocimientos o habilidades sino que se integre en la sociedad primero a nivel escolar, familiar, y laboral. Y sobre todo que adquieran estrategias de resolución de problemas y autonomía personal todo ello encaminado a que sean personas que puedan depender de ellos mismos.
Los programas de atención temprana deben intentar desarrollar el mayor número de capacidades básicas lo mejor posible. Estas capacidades influirán, decisivamente, en la adquisición de otras habilidades. La atención, la percepción, la comprensión, la motricidad gruesa y fina son la base para aprendizajes posteriores, donde se incluyen los aprendizajes académicos. Además, estos programas deben potenciar la motivación y autoestima del niño, independientemente de los resultados obtenidos.
Estos programas de atención temprana actualmente han añadido además de lo relacionado con la motricidad, lo cognitivo, perceptivo y lo relacionado con el lenguaje.
Se estima que en España viven unas 34.000 personas con síndrome de Down, y un total de seis millones en el mundo. La esperanza de vida de una persona con síndrome de Down ha aumentado considerablemente situándose en torno a los 60 años en la actualidad.
A continuación , quiero dejar un vídeo sobre los niños de Síndrome de Down, un claro ejemplo a seguir de estos pequeños. El vídeo está en inglés, por lo que he decidido traducirlo entero.
El 9 de febrero recibimos este correo de una futura mamá: "estoy esperando un bebé. He descubierto que tiene Síndrome de Down y estoy asustada. ¿Qué tipo de vida tendrá mi hijo?"
Hoy le respondemos así: Querida futura mamá, no tengas miedo, tu hijo podrá hacer muchas cosas. Será capaz de abrazarte y correr hacia a ti. Podrá ir al colegio, como todos. Aprenderá a escribir y podrá escribirte. Si algún día está lejos es porque, en realidad, él también puede viajar. Podrá ayudar a su padre a arreglar su bicicleta. Trabajará y ganará dinero y, con este dinero, podrá invitarte a cenar, o alquilar un piso e independizarse.
Algunas veces será difícil. Muy difícil, casi imposible. Pero, ¿no es así para todas las madres? Querida futura mamá, tu hijo será feliz, como yo, y tú también serás feliz. ¿verdad mamá?, ¿verdad mamá?
La las personas con Síndrome de Down pueden tener una vida feliz. Juntos podemos hacerlo posible.
